Y te veo en la mirada de cada niña obligada a parir,
En la de cada niño obligado a ser macho,
En la mirada de la mujer violentada,
En la del carretonero que con sus chiguines recoge plástico,
En la mujer vende fresco y que sube a los buses cada dìa con la esperanza inquieta,
Y te veo en la maldita corrupciòn que a diario escucho en el noticiero,
Y te veo en la pobreza impuesta a todo un pueblo por generaciones,
Y te veo, te oìgo y te siento!
Y me pregunto ¿cuándo te levantaras y alzaras la mirada? ¿cuándo vas a quitarte a esos patricidas?
¿cuándo?
Sigo preguntándome, mientras mis ojos se cierran ante el invencible sueño.
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